Me siento apesadumbrado y los
ánimos están alicaídos, en el trabajo, en la sociedad y en la familia misma, y
es que cómo sentirme ajeno ante el contexto de la paralización de docentes si
vengo de una cuna formada por ellos, de un clan familiar lleno de educadores. Cómo
sentirme ajeno al reclamo si tras el análisis me doy cuenta que debe ser firme.
Es sincero y justo.
Seguramente, Pablo Sebastián
Azaña Lucio está en la lucha y me pregunto por la situación que puede estar
atravesando, conozco su temperamento y sé que no dará marcha atrás hasta lograr
el objetivo. Ánimo hermano, estoy contigo. Converso con Gaspar Olimpio De LaCruz López y lo tiene claro, si a estas alturas uno de ellos da su brazo a
torcer quedarán en nada, perjudicados, en ridículo, de nada habría servido
tanto sacrificio. “Si los de provincia nos empiezan a abandonar, acá en Lima no
podemos hacer mucho, necesitamos su apoyo firme”, me dice. Recuerdo entonces
algunas situaciones de marcha donde estuve presente y fuimos víctimas de las
bombas lacrimógenas y me preocupa que alguien salga afectado más de la cuenta.
Ten cuidado amigo, con fuerza y sin dar marcha atrás, le animo.
Mis sentimientos en esta ocasión no están
encontrados. Simplemente, doy marcha atrás y me pongo en los zapatos de uno de
mis compañeros de estudio, de uno de mis tíos, de mis familiares. Quisiera
estar en la marcha, vitorear y reclamar con ellos, caminar tramos largos y
solicitar audiencia con las cabezas, con los que manejan el ministerio, con los
especialistas, con los que “saben” o los que supuestamente “saben”. Miro los
noticieros, reuniones de horas, citas y reprogramaciones y ningún acuerdo.
Decisión. “Continuamos con la paralización, nuestra plataforma de lucha sigue
en pie. No podemos permitir este tipo de atropellos”. Pedro Castillo se
manifiesta y recibe el apoyo de todos los que están con él. Tendrá
cuestionamientos pero esta lucha no es del MOVADEF ni de Sendero Luminoso, ni
de la Izquierda. Esta huelga es del SUTEP, del glorioso SUTEP como se le
llamaba en mis épocas de colegio, allá por esas alturas cuando al gremio se le
temía fuertemente porque estaban unidos fuertemente también. Hoy existen
facciones distintas. Los intereses priman y sobre todo, la política coimera y
corrupta que compra medios (América Televisión), que busca enfrentamientos
absurdos (policías que inician intempestivamente el enfrentamiento), pretextos
burdos, etc. No nos amilanemos amigos.
No me siento para nada ajeno a la
huelga docente. Más que ahora soy padre de dos hermosas princesas quienes pronto
iniciarán el largo camino del aprendizaje en las escuelas peruanas. Fácil
invertir harto dinero en un ‘colegio particular’ buscando un mejor desarrollo
cognitivo. Es algo que no haría porque considero que al final ese tema está en
la formación de los principales responsables, los padres. Estoy convencido de
que hay cosas que se inician en casa. Y somos nosotros los responsables de
ello. Ya les digo yo a las familias con quienes trabajo. “¿Dónde nuestros niños
tienen su primera gran formación como personas y como humanos? ¿Dónde se les
enseña a decir permiso, por favor, gracias, hasta luego, que le vaya bien, que
Dios le bendiga? ¿Y, dónde le enseñan a sumar, restar, sobre historia,
literatura, ciencias…? Pregunto entonces, ¿Qué docente no está involucrado con
sus padres en el trabajo de los niños? ¿Quién trabaja por su cuenta, solo, sin
convocar a los padres para ciertas coordinaciones? Pregunto, entonces también,
¿Por qué el padre de familia no se involucra en esta lucha? Sin necesidad de
marchar, es necesario hacerse presente con el apoyo manifiesto al reclamo.
Definitivamente, muchos niños se
encuentran en una situación extrema, pérdida de clases, amenaza de pérdida del
año. Se acaba de publicar el decreto de urgencia que convoca a “docentes”
reemplazantes. Sin desmerecer la labor de una mínima parte de los que acepten
este reto que harían una buena labor. ¿Y la educación de calidad pregonada
desde hace mucho?
Pienso entonces en mis tíos. En
aquellos de quienes aprendí muchísimo. Son docentes y todo lo que aprendí y
sigo aprendiendo de ellos los tengo clavados dentro de mí. Los veo y siento
cierta impotencia al no poder juntarme con ellos para hacer ‘bulla’ en contra
del gobierno. Tío Huguito, desde muy niño compartimos vivencias y aventuras
inolvidables. Estoy contigo, no lo dudes. Tío Ever, tía Rosa, compartir con
ustedes, conversar y discutir sabiamente temas de política educativa siempre
engrandece. Tío Yvan, conozco tus convicciones, tus propósitos y tus logros.
Tal vez no mencione a todos pero manifiesto mi orgullo de venir de una cuna de
grandes profesionales, quienes se han quemado las pestañas para lograr el lugar
que actualmente ocupan, y siguen en la lucha. Recuerdo entonces a mis
profesores a quienes manifiesto mi apoyo y mi compromiso. Profesor Orlando
Aguilar, mis primeros aprendizajes, no olvido aquel triste poema que hizo
llorar a muchos de ustedes y el 20 que me puso a pesar de no cumplir la tarea,
qué será de Ud. querido maestro, hace muchos años. Profesor Franco muchas cosas
buenas de las que ahora soy se las debo. Profesora Angelita, los consejos y las
determinaciones fortalecen el alma y la personalidad. Profesor Victor JavierCruz Cancino, hay textos cuyo contenido no se puede entender si una palabra es
olvidada, seguramente lo recuerda más que yo, todavía hay proyectos a trabajar
estimado profesor. Entre situaciones buenas y malas, a todos aquellos que me
impartieron sus enseñanzas mi agradecimiento y apoyo en este contexto.
Amigos, mis queridos amigos,
antes compañeros de carpeta, del deporte, de las danzas. Hoy les veo con
pancartas y cintas vitoreando sus reclamos. Queda decirles que algo que se
empieza debe tener el final que se busca, eh ahí el objetivo real de una
decisión tomada. La convicción antes de la decisión. Convencido estoy que el
reclamo es justo, que las evaluaciones tienen un enfoque muy equivocado, les
conozco a ustedes y sé que no le corren a los retos, menos sería a la
evaluación permanente. Aderly, Gaspar, Karina, Anibal, Michael, Nilton, Fredy, demostremos
que lo que más nos importa son los alumnos y más que luchar por un sueldo
estamos en marcha por una evaluación justa y un reconocimiento merecido al
docente, quienes no solo trabajamos para sobrevivir sino también para cambiar
vidas. Ya lo decía ‘Chuya’, “la posibilidad de hacer bailar a un alumno que no
quiere, simplemente está en saber motivarle”.
No quiero cerrar este párrafo de
apoyo a los maestros sin antes mencionar a Prosperio Azaña Dominguez, mi padre,
mi guía, mi formador, mi principal ejemplo. Somos una familia unida, tal vez
una de las tantas que necesita un cambio de vida pero que podemos decir
orgullosos que vivimos felices muy felices. Fredy Miranda Sánchez, ni hablar,
mi eterno agradecimiento, es uno de los pocos maestros que sin hacer tanto
ruido enseña muchísimo, la calidad de persona y de maestro no se la quita nadie.
Papá Epifanio Azaña Dominguez, mi más grande respeto, sobran las palabras,
muchos conocen de Ud.
Y así hay muchos, Fidel Berrospi, Juan Cadillo, tantos a nivel nacional que no se corren del examen porque son mucho mejores que los mismos ministros, solo se reclama y se pide una orientación clara y coherente para fortalecer la educación peruana.
Y así hay muchos, Fidel Berrospi, Juan Cadillo, tantos a nivel nacional que no se corren del examen porque son mucho mejores que los mismos ministros, solo se reclama y se pide una orientación clara y coherente para fortalecer la educación peruana.