29.8.17

NO ESTEMOS AJENOS

Me siento apesadumbrado y los ánimos están alicaídos, en el trabajo, en la sociedad y en la familia misma, y es que cómo sentirme ajeno ante el contexto de la paralización de docentes si vengo de una cuna formada por ellos, de un clan familiar lleno de educadores. Cómo sentirme ajeno al reclamo si tras el análisis me doy cuenta que debe ser firme. Es sincero y justo.

Seguramente, Pablo Sebastián Azaña Lucio está en la lucha y me pregunto por la situación que puede estar atravesando, conozco su temperamento y sé que no dará marcha atrás hasta lograr el objetivo. Ánimo hermano, estoy contigo. Converso con Gaspar Olimpio De LaCruz López y lo tiene claro, si a estas alturas uno de ellos da su brazo a torcer quedarán en nada, perjudicados, en ridículo, de nada habría servido tanto sacrificio. “Si los de provincia nos empiezan a abandonar, acá en Lima no podemos hacer mucho, necesitamos su apoyo firme”, me dice. Recuerdo entonces algunas situaciones de marcha donde estuve presente y fuimos víctimas de las bombas lacrimógenas y me preocupa que alguien salga afectado más de la cuenta. Ten cuidado amigo, con fuerza y sin dar marcha atrás, le animo.

Mis sentimientos en esta ocasión no están encontrados. Simplemente, doy marcha atrás y me pongo en los zapatos de uno de mis compañeros de estudio, de uno de mis tíos, de mis familiares. Quisiera estar en la marcha, vitorear y reclamar con ellos, caminar tramos largos y solicitar audiencia con las cabezas, con los que manejan el ministerio, con los especialistas, con los que “saben” o los que supuestamente “saben”. Miro los noticieros, reuniones de horas, citas y reprogramaciones y ningún acuerdo. Decisión. “Continuamos con la paralización, nuestra plataforma de lucha sigue en pie. No podemos permitir este tipo de atropellos”. Pedro Castillo se manifiesta y recibe el apoyo de todos los que están con él. Tendrá cuestionamientos pero esta lucha no es del MOVADEF ni de Sendero Luminoso, ni de la Izquierda. Esta huelga es del SUTEP, del glorioso SUTEP como se le llamaba en mis épocas de colegio, allá por esas alturas cuando al gremio se le temía fuertemente porque estaban unidos fuertemente también. Hoy existen facciones distintas. Los intereses priman y sobre todo, la política coimera y corrupta que compra medios (América Televisión), que busca enfrentamientos absurdos (policías que inician intempestivamente el enfrentamiento), pretextos burdos, etc. No nos amilanemos amigos.

No me siento para nada ajeno a la huelga docente. Más que ahora soy padre de dos hermosas princesas quienes pronto iniciarán el largo camino del aprendizaje en las escuelas peruanas. Fácil invertir harto dinero en un ‘colegio particular’ buscando un mejor desarrollo cognitivo. Es algo que no haría porque considero que al final ese tema está en la formación de los principales responsables, los padres. Estoy convencido de que hay cosas que se inician en casa. Y somos nosotros los responsables de ello. Ya les digo yo a las familias con quienes trabajo. “¿Dónde nuestros niños tienen su primera gran formación como personas y como humanos? ¿Dónde se les enseña a decir permiso, por favor, gracias, hasta luego, que le vaya bien, que Dios le bendiga? ¿Y, dónde le enseñan a sumar, restar, sobre historia, literatura, ciencias…? Pregunto entonces, ¿Qué docente no está involucrado con sus padres en el trabajo de los niños? ¿Quién trabaja por su cuenta, solo, sin convocar a los padres para ciertas coordinaciones? Pregunto, entonces también, ¿Por qué el padre de familia no se involucra en esta lucha? Sin necesidad de marchar, es necesario hacerse presente con el apoyo manifiesto al reclamo.

Definitivamente, muchos niños se encuentran en una situación extrema, pérdida de clases, amenaza de pérdida del año. Se acaba de publicar el decreto de urgencia que convoca a “docentes” reemplazantes. Sin desmerecer la labor de una mínima parte de los que acepten este reto que harían una buena labor. ¿Y la educación de calidad pregonada desde hace mucho?

Pienso entonces en mis tíos. En aquellos de quienes aprendí muchísimo. Son docentes y todo lo que aprendí y sigo aprendiendo de ellos los tengo clavados dentro de mí. Los veo y siento cierta impotencia al no poder juntarme con ellos para hacer ‘bulla’ en contra del gobierno. Tío Huguito, desde muy niño compartimos vivencias y aventuras inolvidables. Estoy contigo, no lo dudes. Tío Ever, tía Rosa, compartir con ustedes, conversar y discutir sabiamente temas de política educativa siempre engrandece. Tío Yvan, conozco tus convicciones, tus propósitos y tus logros. Tal vez no mencione a todos pero manifiesto mi orgullo de venir de una cuna de grandes profesionales, quienes se han quemado las pestañas para lograr el lugar que actualmente ocupan, y siguen en la lucha. Recuerdo entonces a mis profesores a quienes manifiesto mi apoyo y mi compromiso. Profesor Orlando Aguilar, mis primeros aprendizajes, no olvido aquel triste poema que hizo llorar a muchos de ustedes y el 20 que me puso a pesar de no cumplir la tarea, qué será de Ud. querido maestro, hace muchos años. Profesor Franco muchas cosas buenas de las que ahora soy se las debo. Profesora Angelita, los consejos y las determinaciones fortalecen el alma y la personalidad. Profesor Victor JavierCruz Cancino, hay textos cuyo contenido no se puede entender si una palabra es olvidada, seguramente lo recuerda más que yo, todavía hay proyectos a trabajar estimado profesor. Entre situaciones buenas y malas, a todos aquellos que me impartieron sus enseñanzas mi agradecimiento y apoyo en este contexto.

Amigos, mis queridos amigos, antes compañeros de carpeta, del deporte, de las danzas. Hoy les veo con pancartas y cintas vitoreando sus reclamos. Queda decirles que algo que se empieza debe tener el final que se busca, eh ahí el objetivo real de una decisión tomada. La convicción antes de la decisión. Convencido estoy que el reclamo es justo, que las evaluaciones tienen un enfoque muy equivocado, les conozco a ustedes y sé que no le corren a los retos, menos sería a la evaluación permanente. Aderly, Gaspar, Karina, Anibal, Michael, Nilton, Fredy, demostremos que lo que más nos importa son los alumnos y más que luchar por un sueldo estamos en marcha por una evaluación justa y un reconocimiento merecido al docente, quienes no solo trabajamos para sobrevivir sino también para cambiar vidas. Ya lo decía ‘Chuya’, “la posibilidad de hacer bailar a un alumno que no quiere, simplemente está en saber motivarle”.

No quiero cerrar este párrafo de apoyo a los maestros sin antes mencionar a Prosperio Azaña Dominguez, mi padre, mi guía, mi formador, mi principal ejemplo. Somos una familia unida, tal vez una de las tantas que necesita un cambio de vida pero que podemos decir orgullosos que vivimos felices muy felices. Fredy Miranda Sánchez, ni hablar, mi eterno agradecimiento, es uno de los pocos maestros que sin hacer tanto ruido enseña muchísimo, la calidad de persona y de maestro no se la quita nadie. Papá Epifanio Azaña Dominguez, mi más grande respeto, sobran las palabras, muchos conocen de Ud. 

Y así hay muchos, Fidel Berrospi, Juan Cadillo, tantos a nivel nacional que no se corren del examen porque son mucho mejores que los mismos ministros, solo se reclama y se pide una orientación clara y coherente para fortalecer la educación peruana.

¿Es justo el reclamo de los docentes? Sí lo es y debemos unirnos. Así como se reclama que los docentes vuelvan a las aulas, reclamemos primero que el Estado garantice el bienestar y la calidad de educación que tanto pregona. Ésa es la lucha del momento, seguro estoy que no se ha olvidado a los niños que están sin clase. Padres de familia, no estemos ajenos. La lucha es de todos.

18.5.16

HISTORIA DE LA FELICIDAD

¿Cómo describir la felicidad? ¿Cómo explicar los días de alegría para que el mundo entienda tal cual el sentido de la vida, la alegría, el entusiasmo y la felicidad?

Estamos Mandira y yo, frente a frente, mirándonos. Son más de once meses que la pasamos así. Es hermosa y lo sabe. Me coquetea, me regala dulces sonrisas que hacen que mis ojos brillen y mi corazón se acelere. Le doy un beso y se muere si es que no la apachurro. La digo que la amo y me extiendo a su costado. Me abraza y me suelta. Me suelta y me abraza. Somos felices. Ella ha tomado posesión de su trono. Todos me admiran. Qué hermosa que es, me dicen, y le dicen a su madre.

Cierto pesar se dibuja en mi rostro porque no pude estar en los momentos precisos. No me di tiempo para disfrutar de esa gran felicidad que nos embarga a muchos que en dicho lugar nos ubicamos.

Con Mandira, luchar contra el sueño y descansar poco es un sacrificio que gustosos, Charo y yo lo afrontamos, pero aquellos de verla sufrir y quejarse incluso dormida nos parte el alma. Felizmente la pequeña no es de llorar, tan solo se queja. Pocas veces lloró desesperadamente y es porque esos malditos dolores se apoderaban de ella. Padecemos con ella en cada lamento. Me pongo nervioso y mi amada Charito se aguanta para no lloriquear. Pero, entre tanta indecisión aparecen los consejos de mi madre y de la madre de mi esposa para indicarnos que con un par de movimientos la tranquilizaríamos. Y así es.

No tengo ningún problema, y lo digo con mucho orgullo, en cambiarle los pañales, cantarle aunque no tan agraciadamente alguna canción infantil compuesta en el momento, mirarle a los ojos, cuidar de ella en las noches ante la ausencia de mami –en los hospitales se trabaja las 24 horas–, pasear por toda la “perla escondida de los conchucos” entre mis brazos, entre sus brazos (nota: desde que nació la pequeña no encuentro horario para actividades personales… ella es mi actividad personal favorita, jeje). Dice, en el argot periodístico, existe una serie de recomendaciones que suelen pasar de boca en boca, como el Código Da Vinci, pero sin tantas vueltas, el cual señala lo siguiente: “Cuando de cambio de pañales se trate uno debe hacer las cosas siempre mal, de tal manera que ya nunca más le pidan ayuda”. Ni lo pensé, ni lo dije, ni lo cumplí. Aunque ahora casi todas las veces me toca a mí, no me peso, no me arrepiento, no me molesto. Es más, creo que me gradué como pañalero oficial.

Pasar un fin de semana en un lugar campestre con cancha de fulbito de césped natural, con sapitos, columpios, atractivos espacios para las fotos del recuerdo, y muchos platos típicos de la región como para castigar muy bien al estómago, acompañado de mi esposa y la princesa adorable que tenemos a nuestro lado es una de las mejores experiencias que contar. Disfrutar con ellas cada segundo, cada espacio y cada momento es único e irreemplazable. Ese momento es el 1º de Mayo. A descansar se ha dicho.

Sin embargo, para encontrar la felicidad hay que pasar por un montón de peripecias. Superar entre ellas, momentos terriblemente preocupantes. De pronto, Mandira se puso mal llegó la fiebre, comenzó la tos, los vómitos, y con ello los nervios de Charo y los míos. Normalmente, suaves frotaciones de la combinación entre menta y eucalipto por su cuello, espalda y pechito era suficiente para aliviarla. Un té caliente de matico y harto abrigo la sanaría completamente para continuar deleitándonos con su sonrisa y su mirada todos los días. Pero no. No fue así.

Con la confianza de siempre salí temprano al trabajo, en motocicleta, recorrer más de cien kilómetros y emprender el plan familiar de muchas familias que aún viven en la tan mentada situación de pobreza y extrema pobreza. Hasta este punto todo bien. Sin embargo, ocurrió lo inesperado. Amor, ven que internaron a la bebe. Tiene un cuadro grave de fiebre, inflamación de la garganta y flema en los pulmones. Si no la atendemos al instante corre el riesgo de que sus bronquios se obstruyan. Tienes que venir pronto. Mis opciones. La primera, segunda, tercera y hasta la última tiene que ver con mi adorada princesa. Sin mirar atrás. Quinta, acelera y hasta el Es Salud de Sihuas. No recuerdo haber sentido un dolor tan inmenso en el corazón como aquella noche. Ver a mi tierna niña que recién cumplía sus 11 mesecitos, postrada en aquella fría cama, con las huellas del hincón en su manita derecha y la vía en la izquierda. Su desesperación era la mía al momento de conectar el oxígeno para nebulizarla. Su llanto opacaba mis lágrimas. Salir de aquel horrible lugar cuanto antes, desconectar la vía y buscar otro modo más fácil de curarla era nuestro deseo. Sufrimos tanto junto a mi niña. Pero solo ella, tan fuerte como nadie, a pesar de lo mal que estaba supo lo que tenía que hacer y soportar para estar bien. Lo hizo. Un poco más tranquilo retorné al trabajo, aunque la preocupación me acompañó a todas partes.

Sale de una para entrar en otra. Mi expresión fue de cólera. Perdí la paciencia. No es posible que los males no dejen en paz a mi bella adoración. Ahora la diarrea. Se está deshidratando y solo consume agua, bastante agua. Es doloroso porque su apetito ya se estaba pareciendo al de papá comelón. Ahora a las justas tolera 2 o 3 cucharadas de cada comida y agua, agua y nada más.

En fin, estamos con ella y sabe que no la dejaremos sola. Pero sabe también que en algunos momentos tenemos que dejarla. Ya saben. La cuestión laboral y esos quehaceres que nos hacen buscar lo que tanto falta en este mundo. Algunos días atrás su comprensión nos sorprendía. Sin reclamos solo lo aceptaba. Ahora ya no. Su tristeza nos entristece aún más cuando tenemos que trabajar. Es difícil pero que va. Lo tenemos que lograr. Estamos los tres metidos grandemente en ello. Más allá de eso, mi niña de mi corazón está hermosa y risueña. Digna de ser devorada a besos. Es muy graciosa y lo mejor de todo es que no llora, simplemente se queja. Si tiene hambre exige que le den teta, pero nada de llantos. De todo se ríe, sobre todo, en esos en los que tengo que hacer el ridículo correteando detrás de las cosas que ella tira, lanza carcajadas con gritito incluido. No se imaginan la felicidad de la nena cada vez que bota una cosa tras la otra mientras recojo una por una sin lograr alcanzarla. Es inevitable verla crecer y saber que poco a poco se hace más persona. Por ahora disfruto con cargarla, enseñarla a caminar, a dibujar, a enfrentar situaciones que le puedan dar miedo susurrándole al oído de que todo va estar bien, al menos esa es mi consigna. Ella responde con una sonrisa como diciendo: “Lo sé, papá”.

Se viene su primer cumpleaños. El primero de muchos que pasaremos. Queremos regalarle momentos muy agradables. Un poco de tristeza  porque el mismo día estaré lejos, -asuntos laborales-. Por ello, lo celebraremos un sábado, con un almuerzo familiar, ya sea con una u otra familia. Me hace mucha ilusión pasar su primer cumpleaños junto a Charo y Mandira, mis dos reinas. Debo confesar que desde que me convertí en el padre más feliz del mundo –humildemente y sin soberbia de por medio- la vida tiene otro esplendor. Obviamente, aquello que conocía como gran amor, se multiplicó y se infestó de sensaciones que van desde la sobre protección bien llevada hasta una nueva responsabilidad que hizo que le tenga más respeto al más allá. Yo, un comunicador de 29 años, que día a día sigue creciendo y alcanzando metas profesionales, que tiene unos padres maravillosos y una familia espectacular, que sabe lo que es luchar desde abajo, puedo jactarme de ser un hombre feliz, consagrado. Obviamente, seguiré cosechando alegrías y méritos de aquí en adelante, pero nada será tan importante como el tratar de ser un gran padre para mi pequeña. Ese es y será el gran oficio de mi vida.

Cada vez que me pongo a jugar con Milagros Mandira, me siento feliz por lo dichosa que es. Al verla reír, patalear, gritar me siento vulnerable y me reconozco frágil. Peor aún cada vez que me enseña esas preciosas encías: es difícil expresar lo que se genera en el interior, pero cada vez que me regala una carcajada tengo que desenredar, entre lagrimones, un enorme nudo que aprisiona al corazón con la garganta y el estómago. Me pregunto si sentirá en cada abrazo exagerado lo mucho que significa para nosotros. Me imagino que sí… se le ve feliz…


Estamos de vuelta...?

29.11.14

NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO…

“Es preciso recordar que siempre hay un futuro, futuro que es inexorablemente incierto. Con esto no quiero dar un mensaje de pesimismo, ni mucho menos, ya que la incertidumbre puede terminar tanto negativa como positivamente, con la ventaja de que el ser humano tiene facultades para inclinar la balanza a su favor. Es verdad que no siempre lo conseguirá (y peor aún: que habrá ocasiones en que alguna tendencia de tipo suicida lo haga recargarse en el platillo opuesto), pero de cualquier modo, la fuerza mayor radica en el simple hecho de que se puede (y se debe) luchar a favor de lo positivo”. Es uno de los grandes mensajes que se guardan en memorias de Roberto Gómez Bolaños, Sin Querer Queriendo. 

El día que me inserté plenamente en su lectura reía a carcajadas, mientras mi madre y mi hermana me acompañaban en el disfrute sin saber por qué. Dime por qué te ríes, me preguntaban. Por qué te ríes, le respondía. Y seguíamos riendo imparablemente. 

  
Nació un 29 de febrero de 1929, gracias a la respuesta categórica de su madre quien ante la insistencia de su tío Gilberto sobre la necesidad de deshacerse del producto porque iba a ser consecuencia de riesgos fatales, dijo un no categórico, con un tono de firmeza y convicción que no admitía réplica. Es así como nació este genio del humor. 

Cambió sus aspiraciones de ser ingeniero civil por la de un excelente comediante. Fue porque el profesor Esteban Salinas le puso un 5 cuando debió haberse sacado un 6 o 7 para poder aprobar el curso de topografía. Le reclamó airadamente al profesor porque consideró injusta su calificación. Sin embargo, el profesor se defendía de los posibles golpes que le iba a propinar, diciéndole que es probable que tenga facilidad para la matemática y otras disciplinas similares, pero le aseguro que su futuro está en otros territorios. Años después, mientras grababa uno de sus programas en Televisa, se le apareció el profesor Salinas preguntándole si, de casualidad, se acordaba de él. De casualidad, no –le respondió–. Me acuerdo de usted con toda precisión y con el mayor de los agradecimientos. Y se fundieron en un eterno abrazo. 

Nos regaló sonrisas. Nos conmovió enormemente. Nos asustaron los espíritus chocarreros y el otro gato en la casa de la Bruja del 71. Le apuesto quinientos mil palos verdes a quien se atreve a decir que recuerda tan solo una escena. Ojo, solo una. Y sin trampas. Que levante la mano quien dijo yo. 

 

Roberto Gómez Bolaños. Primo de Andrés Bolaños. Sí, así dice mi abuelo. Creó inolvidables personajes como El Chavo del Ocho, Chómpiras, Chaparrón Bonaparte, Vicente Chambón, El Dr. Chapatín, El Chanfle, El Chapulín Colorado. Cada uno con su propia enseñanza. Cada uno con su poder peculiar de alegría, tristeza y emoción. Todos con ‘Ch’. Con la ternura de un niño, con los poderes más disparatados de un superhéroe, con la torpeza de un ladronzuelo; eso y más, disparatados episodios que nos hicieron llorar de alegría. Siempre, por siempre. En cada emisión, sin siquiera darnos cuenta si tal escena se vio una y mil veces. 

“Silencio, cámara, acción”, “El Ciudadano Gómez”, “Los súpergenios de la Mesa Cuadrada”, “Los Caquitos” “Once y Doce”, la gran película “El Chanfle y tantas obras especiales y fantásticas que este genio de la comicidad logró construir. Pero la que recordaremos por siempre son las basadas en el gran “Chespirito”, un genio inspirado en otro grande, Shakespeare. 

Ahora bien. ¿Saben cuál fue el capítulo que más me conmovió de El Chavo del Ocho? El día que toda la vecindad le acusó de ladrón y él se empezó a despedir con nada más que un palo de escoba y una bolsita con sus pocas pertenencias y la poca dignidad que le quedaba, porque su única propiedad que al parecer era el barril, ni cargarlo podía. Pero su inteligencia era tal que hasta una situación triste la culminaba con una escena que nos llenaba de carcajadas. Todos le rogaban “No te vayas Chavo”. Don Ramón le ruega que no se vaya y le regala una gran cantidad globos. Y, míralo eh. Los globos fueron tantos que comenzaron a ascender llevándoselo a él por los aires. Increíble. Otra escena memorable es la de Acapulco, la que culmina con una hermosa canción entonada al anochecer. Ahora Don Ramón y Doña Clotilde le reciben con los brazos abiertos, lo mismo que Godines y Jaimito El Cartero. Y lo mejor de lo mejor. Al gran Chespirito se le rindió innumerables homenajes en vida. Como debió ser. Como debe ser. Como fue. Por eso, decir adiós sería tonto. Un hasta pronto sólo será. 



Mi abuelo, nació en 1920. Se llama Andrés Bolaños, y fue quien más disfrutó de las ocurrencias del El Chavo del Ocho. Desde el día en que llegó la televisión a mi gran pueblito hermoso de Huayllabamba, se convirtió en su programa favorito. Terminábamos con urgencia las labores en la chacra porque a las seis en punto debía estar sentado viendo su serie preferida. Viejo, ven para merendar, llamaba mi abuelita. Vieja, si me lo traes te llevarás un gran premio, le mentía él. No se lo perdía por nada. Hoy, el gran Andrés Bolaños casi ha perdido la vista y el sentido del oído. Tal vez soy una de las pocas personas a quien reconoce sin mucho esfuerzo. Y, es que ya sabe de cómo me acerco a él siempre, abriendo los brazos, tocándole el hombro y acariciándole el pelo. No sé aún cómo podrá reaccionar cuando le diga que su primo ha muerto. Y, es que así decía él. El Chavo del Ocho es primo mío. Mi apellido real es Alegre. Algunos de mis antecesores lo cambiaron a Bolaños. Eh, ahí la relación explícita. 

No hay nada más lindo que poder sonreír y divertirse con ese gran humor sano, divertido, único, que no ataca a nadie, al contrario, que construye y es una gran enseñanza para chicos y grandes. El ser humano debe beber y comer y respirar aire puro y también divertirse con cosas que no le hagan daño. 

Ahora lloverán homenajes. Innumerables países transmitirán horas y horas de programadas dedicadas al Genio. “Chespirito es a Cantinflas como Maradona es a Pelé”, dice Carlos Álvarez quien imitó al Chavo del Ocho llorón, aunque no recuerdo haber visto al Chavo llorando. Pero, ¿quién no conmoverse con tan enorme pérdida mundial? 

Es una noticia triste pero es inevitable sonreír. La genialidad de Roberto Gómez Bolaños quedó grabada en nuestros corazones. A cuatro décadas de haber sido estrenados, las ocurrencias de Chespirito siguen vigentes. 

Ahora bien, ¿saben cuál es la frase más chistosa que yo recuerde? Son muchas, pero la que más me gusta repetirlo: “Yo creo que ustedes están borrachos porque los veo doble”. 

Querido tío abuelo. Gracias por tanta alegría. Gracias por tantos momentos felices. Gracias por regalar lo mejor de tu creatividad a todos los que conozco y a los demás. Gracias por llevar el apellido de mi abuelo y por ende que yo lleve el tuyo. Tu adiós es lo único triste que nos diste. Descansa en paz. Chespirito. Por siempre en nuestros corazones.

19.11.14

A LA USANZA

Cuando te dirijas por allí has de tener mucho cuidado, dice Milserio, al referirse a la tranquila y apacible ruta que se seguiría por las punas de Huacrachuco. La neblina, el frío y la soledad son los principales factores de amenaza por los cuales no debes transitar en solitario. El día que tu programación te lleve por dichos caminos, avísanos, para hacerte compañía, insiste.


La sorpresa de sus palabras no me afecta en lo mínimo. Aunque me deja un poco pensativo, es difícil imaginar una situación turbia por allí. Más tarde comprendería el porqué de la insistencia. Los de Santa Eulalia escondieron totalmente su furia el día que me acerqué por sus áreas. Noche de luna llena. Tres horas y media, parado, esperando, hablando por celular, escribiendo mensajes, siendo testigo de las camionetas, combis y camiones que al parecer se trasladan hacia la selva, mirando al frente cómo los vecinos ya se alistan para dormir. Y no pasó ni imaginé ninguna situación malcarada.

Al frente, una niña clava su mirada como un puñal en mi pecho. No dice nada. Sus ojos penetrantes. Su preocupado y silencioso rostro. No dice nada. Sólo mira con atención. De pronto, mis ojos buscan los suyos y de inmediato se aparta y se esconde. ¿Un mensaje de advertencia, tal vez? No pasa nada. Aquel primer día todo fue tan tranquilo, tan sano, tan lleno de aire puro y fresco. Ninguna señal de peligro. El frío, único enemigo del momento porque empezó a perforar la ropa e ingresar raudamente por cada poro de mi piel, haciendo que me mueva de inmediato.

Milserio, Milserio…!!! Me atiende y me exhorta a desplazarme hacia el campamento. Ya en la cama, empezaría a contarme cada una de las inminencias de los que han sido víctima en horas de la noche. Tuvimos que realizar tiros al aire para que dejen de molestarnos, me asusta. A partir de ese día han dejado un poco la amenaza, pero todos los días debemos estar atentos. No nos quedamos solos. Parece poco, tranquilo, indefenso; pero hace algunos días una balacera acabó con la vida de varios pobladores de la zona, a la luz del día, en plena carretera, sin importar ancianos, mujeres y niños. Sobre todo, de noche hay que tener cuidado. No es cosa de todos los días, pero cuando es, deja huellas inhumanas.


Mi traslado al campamento fue casi al anochecer. Jamás imaginé una historia así. Hacia Huachumay, Chinchil y SanBuenaventura, hay que atravesar aquella puna fría y desolada llena de neblina hacia donde insistió en acompañarme. Será tal vez porque allí, los depredadores están al acecho. No te traslades sólo, y si lo haces, ve  con cuidado, me incitan cuando les comento que tomaré dichas rutas. Razón deben tener. Hasta ahora yo no lo entiendo. Y cuando lo hice, seguramente la compañía de Dios hizo que ningún peligro me aguardara.

Más avispados, moscas y atentos son los que viven en esos lugares, comenta el ingeniero. ¿Será que tuvieron que exigirse al máximo por despertar ese lado acelerado del ser, para atender cualquier situación de peligro? Se está dejando plenamente operativo la carretera ‘inter oceánica’. Frutas, verduras y ‘merca’ empezó a ingresar con mucha fuerza por las zonas de Sihuas hacia el puerto de Chimbote. ¿Puestos de control? Nuestro Poder Judicial, Ministerio Píublico y PNP son los entes más corruptos del sistema nacional. ¿Es posible así dicha tarea? Cayeron los grandes, dice. ¿En realidad han caído? ¿Cuánto falta para soltar a Álvarez y Cía.? ¿Jueces y fiscales corruptos, cuándo al sillón de los acusados? Mientras, continúa nuestro recorrido por dichas zonas. Sin excusas. No ha pasado nada. ¿Pasará? Tal vez, o tal vez no. Pero, con mucho cuidado, con muchísimo cuidado, que esto es cosa seria.

Se viene la segunda vuelta electoral en Áncash. Waldo y Narváez. El primero, acusado del ablandamiento de sus manos ante la imponente figura de Vladimiro Montesinos, en aquellos tiempos. El segundo, ¿explota la minería ilegal? Fue presidente regional hace algunos años y dicen, los que supuestamente saben, que nada bueno hizo. ¿Por quién definir nuestro voto? ¿Quién es el mal menor? ¿Cómo decidir ante tanto flagelo, olvido y maltrato? Hay descontento, desconfianza y mucho temor. Y, lo que es peor, hay una gran mayoría a quienes ya ni les importa. Soy uno de ellos. Vamos a salir al sol, verle la cara al mundo y a la vida que nos toca y dejar a nuestros ojos a ver qué pasa…!!!

29.10.14

POR LA RUTA DE LA PUNTA OLÍMPICA

En Áncash, la ruta entre Chacas y Carhuaz, atravesando la Punta Olímpica, es una de los más grandiosos y majestuosos paisajes naturales del Perú.

Hasta ahora, no son pocos los que han recorrido este tramo, en especial turistas. Sin embargo, para nosotros los ancashinos, quienes llegamos por primera vez a este sobrecogedor paisaje natural, es impresionante disfrutar de tan noble belleza. Ella tampoco había paladeado esta ruta, pero algo presentía. Por eso, cuando nos detuvimos en la Punta Olímpica, a 4736 msnm echó una mirada lánguida alrededor de todo el nevado y al par de lagunas que dejamos atrás luego de darnos un gran baño de aire puramente fresco. Se frotó las manos para combatir el frío. Tomamos un par de fotografías y empezamos a narrar la emoción de haber realizado uno de los ascensos más alucinantes del planeta.


La pista asfaltada viborea entre una geografía quimérica, que cambia con cada curva: a partir de Chacas la ciudad notable de las esculturas, desaparecen los eucaliptos, asoman los árboles de pino y por uno y otro encuentro entre dos cerros se atisban pequeñas puntas de nieve que anuncian lo mejor que está por venir. Ella parece hipnotizada por un océano de montañas que cada vez van librando traviesas nubes que al ascender dejan apreciar seductores panoramas de la hermosa cordillera blanca. Los turistas ya tienen su camino propio y su casa de campamento. Y nosotros, no paramos de decir “wow” a cada rato.




Mientras nos vamos acercando al pie del nevado, se empieza a sentir el frío enternecedor que se avecina. Pronto iniciaremos la subida. Y a la mitad de ésta la primera laguna azul. Limpia y pura como ninguna, escondida tras de uno de los cerros cercanos, que apenas por una pequeña abertura va soltando un poco de agua que irá a parar en la quebrada hacia Chacas. De pronto, dos vacas se cruzan por la vía, caminan libremente, sin temor. En las noches se acuestan en plena pista, dice porque el ardor de los neumáticos deja caliente el espacio. La carretera sigue ascendiendo y se presenta la segunda laguna, al costado mismo del recorrido. Muestra su gran tranquilidad y su grandeza. Rodeado por pequeñas cataratas, escarchas y un lugar húmedo y placentero. Falta poco para llegar al túnel y de pronto lanza un respiro profundo. Estamos en la Punta Olímpica. El anuncio es: Túnel Punta Olímpica. Longitud: 1,383 m. Altitud: 4,736 msnm. Altura Máx. Vehículo: 4,30 m.


Recorrer ese tramo causa cierto temor. Las escarchas puntiagudas en la parte superior hacen suponer que en cualquier momento uno de los parabrisas se verá afectado. Pero nada de eso sucede. A la salida, el hielo dulce y llamativo obliga la parada. Fotografías para el recuerdo. Sin embargo, llama la atención la barbarie de la gente que guiados por ese síndrome absurdo a la que llaman ‘política’, manchan los paisajes con pinturas, carteles, afiches y fotografías de candidatos al sillón regional. ¿No se supone que se trata de cuidar el Parque Nacional del Huascarán? Y así nos quieren gobernar.

El descenso no tiene nada que envidiar al resto. A lo lejos un hermoso valle que alberga gran cantidad de animales. Y una súper montaña detrás del nevado Huascarán. Lo esconde celosamente.





Ya en la llanura el frío se esfuma. Nos despojamos de la ropa de abrigo. Y a disfrutar del cielo azul, los eucaliptos, el río, las montañas y los animales. Simplemente espectacular. La casa de control obliga a registrar nuestro nombre. Todo está plenamente cuidado. El Parque Nacional del Huascarán es Tuyo, no arrojar basura de tu vehículo, traduce uno de los avisos. El distrito de Shilla y la espeluznante vista al Huascarán nos dice que ya estamos descendiendo a Carhuaz. El paisaje sigue siendo impresionante, pero eso sí es archiconocido. Su pelo estaba revuelto y parecía más delgada que antes, como si la altura la estuviera deshaciendo, pero al mismo tiempo se la veía más hermosa: la ruta había hecho su trabajo.

Otra es la historia en invierno. Cuando está nevando. No importa nada. No existe el frío. Más fotografías para el recuerdo. Si duermes tienes que despertar obligatoriamente. Neblina, nieve y escarcha. Todo en su conjunto, es sinceramente bello y bella como ella, aunque esta vez no pudo estar presente.




Tras mucho tiempo de distancia. Reaparecemos con una pequeña historia de lo que ahora vivimos. Por las rutas del Callejón de los Conchucos y Callejón de Huaylas. Sihuas, Pomabamba, Mariscal Luzuriaga, Carlos Fermín Fitzcarrald, Asunción, Yungay, Carhuaz y Huaraz. Cada uno con sus pueblos. Cada pueblo con su propia historia y su propio atractivo. Para llegar a muchos de ellos hay que sobreponernos a un montón de dificultades. Aparte de las naturales, con la movilidad y los instrumentos de viaje. Gestiones, reuniones y capacitaciones. Producciones  y crecimiento. Por las rutas no salvajes de nuestro querido Áncash.

Por las rutas del Callejón de los Conchucos. Una experiencia inolvidable.

 Provinciano Insoportable, otra vez…!!! De vuelta…!!!