29.8.17

NO ESTEMOS AJENOS

Me siento apesadumbrado y los ánimos están alicaídos, en el trabajo, en la sociedad y en la familia misma, y es que cómo sentirme ajeno ante el contexto de la paralización de docentes si vengo de una cuna formada por ellos, de un clan familiar lleno de educadores. Cómo sentirme ajeno al reclamo si tras el análisis me doy cuenta que debe ser firme. Es sincero y justo.

Seguramente, Pablo Sebastián Azaña Lucio está en la lucha y me pregunto por la situación que puede estar atravesando, conozco su temperamento y sé que no dará marcha atrás hasta lograr el objetivo. Ánimo hermano, estoy contigo. Converso con Gaspar Olimpio De LaCruz López y lo tiene claro, si a estas alturas uno de ellos da su brazo a torcer quedarán en nada, perjudicados, en ridículo, de nada habría servido tanto sacrificio. “Si los de provincia nos empiezan a abandonar, acá en Lima no podemos hacer mucho, necesitamos su apoyo firme”, me dice. Recuerdo entonces algunas situaciones de marcha donde estuve presente y fuimos víctimas de las bombas lacrimógenas y me preocupa que alguien salga afectado más de la cuenta. Ten cuidado amigo, con fuerza y sin dar marcha atrás, le animo.

Mis sentimientos en esta ocasión no están encontrados. Simplemente, doy marcha atrás y me pongo en los zapatos de uno de mis compañeros de estudio, de uno de mis tíos, de mis familiares. Quisiera estar en la marcha, vitorear y reclamar con ellos, caminar tramos largos y solicitar audiencia con las cabezas, con los que manejan el ministerio, con los especialistas, con los que “saben” o los que supuestamente “saben”. Miro los noticieros, reuniones de horas, citas y reprogramaciones y ningún acuerdo. Decisión. “Continuamos con la paralización, nuestra plataforma de lucha sigue en pie. No podemos permitir este tipo de atropellos”. Pedro Castillo se manifiesta y recibe el apoyo de todos los que están con él. Tendrá cuestionamientos pero esta lucha no es del MOVADEF ni de Sendero Luminoso, ni de la Izquierda. Esta huelga es del SUTEP, del glorioso SUTEP como se le llamaba en mis épocas de colegio, allá por esas alturas cuando al gremio se le temía fuertemente porque estaban unidos fuertemente también. Hoy existen facciones distintas. Los intereses priman y sobre todo, la política coimera y corrupta que compra medios (América Televisión), que busca enfrentamientos absurdos (policías que inician intempestivamente el enfrentamiento), pretextos burdos, etc. No nos amilanemos amigos.

No me siento para nada ajeno a la huelga docente. Más que ahora soy padre de dos hermosas princesas quienes pronto iniciarán el largo camino del aprendizaje en las escuelas peruanas. Fácil invertir harto dinero en un ‘colegio particular’ buscando un mejor desarrollo cognitivo. Es algo que no haría porque considero que al final ese tema está en la formación de los principales responsables, los padres. Estoy convencido de que hay cosas que se inician en casa. Y somos nosotros los responsables de ello. Ya les digo yo a las familias con quienes trabajo. “¿Dónde nuestros niños tienen su primera gran formación como personas y como humanos? ¿Dónde se les enseña a decir permiso, por favor, gracias, hasta luego, que le vaya bien, que Dios le bendiga? ¿Y, dónde le enseñan a sumar, restar, sobre historia, literatura, ciencias…? Pregunto entonces, ¿Qué docente no está involucrado con sus padres en el trabajo de los niños? ¿Quién trabaja por su cuenta, solo, sin convocar a los padres para ciertas coordinaciones? Pregunto, entonces también, ¿Por qué el padre de familia no se involucra en esta lucha? Sin necesidad de marchar, es necesario hacerse presente con el apoyo manifiesto al reclamo.

Definitivamente, muchos niños se encuentran en una situación extrema, pérdida de clases, amenaza de pérdida del año. Se acaba de publicar el decreto de urgencia que convoca a “docentes” reemplazantes. Sin desmerecer la labor de una mínima parte de los que acepten este reto que harían una buena labor. ¿Y la educación de calidad pregonada desde hace mucho?

Pienso entonces en mis tíos. En aquellos de quienes aprendí muchísimo. Son docentes y todo lo que aprendí y sigo aprendiendo de ellos los tengo clavados dentro de mí. Los veo y siento cierta impotencia al no poder juntarme con ellos para hacer ‘bulla’ en contra del gobierno. Tío Huguito, desde muy niño compartimos vivencias y aventuras inolvidables. Estoy contigo, no lo dudes. Tío Ever, tía Rosa, compartir con ustedes, conversar y discutir sabiamente temas de política educativa siempre engrandece. Tío Yvan, conozco tus convicciones, tus propósitos y tus logros. Tal vez no mencione a todos pero manifiesto mi orgullo de venir de una cuna de grandes profesionales, quienes se han quemado las pestañas para lograr el lugar que actualmente ocupan, y siguen en la lucha. Recuerdo entonces a mis profesores a quienes manifiesto mi apoyo y mi compromiso. Profesor Orlando Aguilar, mis primeros aprendizajes, no olvido aquel triste poema que hizo llorar a muchos de ustedes y el 20 que me puso a pesar de no cumplir la tarea, qué será de Ud. querido maestro, hace muchos años. Profesor Franco muchas cosas buenas de las que ahora soy se las debo. Profesora Angelita, los consejos y las determinaciones fortalecen el alma y la personalidad. Profesor Victor JavierCruz Cancino, hay textos cuyo contenido no se puede entender si una palabra es olvidada, seguramente lo recuerda más que yo, todavía hay proyectos a trabajar estimado profesor. Entre situaciones buenas y malas, a todos aquellos que me impartieron sus enseñanzas mi agradecimiento y apoyo en este contexto.

Amigos, mis queridos amigos, antes compañeros de carpeta, del deporte, de las danzas. Hoy les veo con pancartas y cintas vitoreando sus reclamos. Queda decirles que algo que se empieza debe tener el final que se busca, eh ahí el objetivo real de una decisión tomada. La convicción antes de la decisión. Convencido estoy que el reclamo es justo, que las evaluaciones tienen un enfoque muy equivocado, les conozco a ustedes y sé que no le corren a los retos, menos sería a la evaluación permanente. Aderly, Gaspar, Karina, Anibal, Michael, Nilton, Fredy, demostremos que lo que más nos importa son los alumnos y más que luchar por un sueldo estamos en marcha por una evaluación justa y un reconocimiento merecido al docente, quienes no solo trabajamos para sobrevivir sino también para cambiar vidas. Ya lo decía ‘Chuya’, “la posibilidad de hacer bailar a un alumno que no quiere, simplemente está en saber motivarle”.

No quiero cerrar este párrafo de apoyo a los maestros sin antes mencionar a Prosperio Azaña Dominguez, mi padre, mi guía, mi formador, mi principal ejemplo. Somos una familia unida, tal vez una de las tantas que necesita un cambio de vida pero que podemos decir orgullosos que vivimos felices muy felices. Fredy Miranda Sánchez, ni hablar, mi eterno agradecimiento, es uno de los pocos maestros que sin hacer tanto ruido enseña muchísimo, la calidad de persona y de maestro no se la quita nadie. Papá Epifanio Azaña Dominguez, mi más grande respeto, sobran las palabras, muchos conocen de Ud. 

Y así hay muchos, Fidel Berrospi, Juan Cadillo, tantos a nivel nacional que no se corren del examen porque son mucho mejores que los mismos ministros, solo se reclama y se pide una orientación clara y coherente para fortalecer la educación peruana.

¿Es justo el reclamo de los docentes? Sí lo es y debemos unirnos. Así como se reclama que los docentes vuelvan a las aulas, reclamemos primero que el Estado garantice el bienestar y la calidad de educación que tanto pregona. Ésa es la lucha del momento, seguro estoy que no se ha olvidado a los niños que están sin clase. Padres de familia, no estemos ajenos. La lucha es de todos.

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