19.11.14

A LA USANZA

Cuando te dirijas por allí has de tener mucho cuidado, dice Milserio, al referirse a la tranquila y apacible ruta que se seguiría por las punas de Huacrachuco. La neblina, el frío y la soledad son los principales factores de amenaza por los cuales no debes transitar en solitario. El día que tu programación te lleve por dichos caminos, avísanos, para hacerte compañía, insiste.


La sorpresa de sus palabras no me afecta en lo mínimo. Aunque me deja un poco pensativo, es difícil imaginar una situación turbia por allí. Más tarde comprendería el porqué de la insistencia. Los de Santa Eulalia escondieron totalmente su furia el día que me acerqué por sus áreas. Noche de luna llena. Tres horas y media, parado, esperando, hablando por celular, escribiendo mensajes, siendo testigo de las camionetas, combis y camiones que al parecer se trasladan hacia la selva, mirando al frente cómo los vecinos ya se alistan para dormir. Y no pasó ni imaginé ninguna situación malcarada.

Al frente, una niña clava su mirada como un puñal en mi pecho. No dice nada. Sus ojos penetrantes. Su preocupado y silencioso rostro. No dice nada. Sólo mira con atención. De pronto, mis ojos buscan los suyos y de inmediato se aparta y se esconde. ¿Un mensaje de advertencia, tal vez? No pasa nada. Aquel primer día todo fue tan tranquilo, tan sano, tan lleno de aire puro y fresco. Ninguna señal de peligro. El frío, único enemigo del momento porque empezó a perforar la ropa e ingresar raudamente por cada poro de mi piel, haciendo que me mueva de inmediato.

Milserio, Milserio…!!! Me atiende y me exhorta a desplazarme hacia el campamento. Ya en la cama, empezaría a contarme cada una de las inminencias de los que han sido víctima en horas de la noche. Tuvimos que realizar tiros al aire para que dejen de molestarnos, me asusta. A partir de ese día han dejado un poco la amenaza, pero todos los días debemos estar atentos. No nos quedamos solos. Parece poco, tranquilo, indefenso; pero hace algunos días una balacera acabó con la vida de varios pobladores de la zona, a la luz del día, en plena carretera, sin importar ancianos, mujeres y niños. Sobre todo, de noche hay que tener cuidado. No es cosa de todos los días, pero cuando es, deja huellas inhumanas.


Mi traslado al campamento fue casi al anochecer. Jamás imaginé una historia así. Hacia Huachumay, Chinchil y SanBuenaventura, hay que atravesar aquella puna fría y desolada llena de neblina hacia donde insistió en acompañarme. Será tal vez porque allí, los depredadores están al acecho. No te traslades sólo, y si lo haces, ve  con cuidado, me incitan cuando les comento que tomaré dichas rutas. Razón deben tener. Hasta ahora yo no lo entiendo. Y cuando lo hice, seguramente la compañía de Dios hizo que ningún peligro me aguardara.

Más avispados, moscas y atentos son los que viven en esos lugares, comenta el ingeniero. ¿Será que tuvieron que exigirse al máximo por despertar ese lado acelerado del ser, para atender cualquier situación de peligro? Se está dejando plenamente operativo la carretera ‘inter oceánica’. Frutas, verduras y ‘merca’ empezó a ingresar con mucha fuerza por las zonas de Sihuas hacia el puerto de Chimbote. ¿Puestos de control? Nuestro Poder Judicial, Ministerio Píublico y PNP son los entes más corruptos del sistema nacional. ¿Es posible así dicha tarea? Cayeron los grandes, dice. ¿En realidad han caído? ¿Cuánto falta para soltar a Álvarez y Cía.? ¿Jueces y fiscales corruptos, cuándo al sillón de los acusados? Mientras, continúa nuestro recorrido por dichas zonas. Sin excusas. No ha pasado nada. ¿Pasará? Tal vez, o tal vez no. Pero, con mucho cuidado, con muchísimo cuidado, que esto es cosa seria.

Se viene la segunda vuelta electoral en Áncash. Waldo y Narváez. El primero, acusado del ablandamiento de sus manos ante la imponente figura de Vladimiro Montesinos, en aquellos tiempos. El segundo, ¿explota la minería ilegal? Fue presidente regional hace algunos años y dicen, los que supuestamente saben, que nada bueno hizo. ¿Por quién definir nuestro voto? ¿Quién es el mal menor? ¿Cómo decidir ante tanto flagelo, olvido y maltrato? Hay descontento, desconfianza y mucho temor. Y, lo que es peor, hay una gran mayoría a quienes ya ni les importa. Soy uno de ellos. Vamos a salir al sol, verle la cara al mundo y a la vida que nos toca y dejar a nuestros ojos a ver qué pasa…!!!

No hay comentarios: