Cuando te dirijas por allí has de tener mucho
cuidado, dice Milserio, al referirse a la tranquila y apacible ruta que se
seguiría por las punas de Huacrachuco. La neblina, el frío y la soledad son los
principales factores de amenaza por los cuales no debes transitar en solitario.
El día que tu programación te lleve por dichos caminos, avísanos, para hacerte
compañía, insiste.
La sorpresa de sus palabras no me afecta en
lo mínimo. Aunque me deja un poco pensativo, es difícil imaginar una situación
turbia por allí. Más tarde comprendería el porqué de la insistencia. Los de
Santa Eulalia escondieron totalmente su furia el día que me acerqué por sus
áreas. Noche de luna llena. Tres horas y media, parado, esperando, hablando por
celular, escribiendo mensajes, siendo testigo de las camionetas, combis y
camiones que al parecer se trasladan hacia la selva, mirando al frente cómo los
vecinos ya se alistan para dormir. Y no pasó ni imaginé ninguna situación
malcarada.
Al frente, una niña clava su mirada como un
puñal en mi pecho. No dice nada. Sus ojos penetrantes. Su preocupado y
silencioso rostro. No dice nada. Sólo mira con atención. De pronto, mis ojos
buscan los suyos y de inmediato se aparta y se esconde. ¿Un mensaje de
advertencia, tal vez? No pasa nada. Aquel primer día todo fue tan tranquilo,
tan sano, tan lleno de aire puro y fresco. Ninguna señal de peligro. El frío,
único enemigo del momento porque empezó a perforar la ropa e ingresar
raudamente por cada poro de mi piel, haciendo que me mueva de inmediato.
Milserio, Milserio…!!! Me atiende y me
exhorta a desplazarme hacia el campamento. Ya en la cama, empezaría a contarme
cada una de las inminencias de los que han sido víctima en horas de la noche.
Tuvimos que realizar tiros al aire para que dejen de molestarnos, me asusta. A
partir de ese día han dejado un poco la amenaza, pero todos los días debemos
estar atentos. No nos quedamos solos. Parece poco, tranquilo, indefenso; pero
hace algunos días una balacera acabó con la vida de varios pobladores de la
zona, a la luz del día, en plena carretera, sin importar ancianos, mujeres y
niños. Sobre todo, de noche hay que tener cuidado. No es cosa de todos los
días, pero cuando es, deja huellas inhumanas.
Mi traslado al campamento fue casi al
anochecer. Jamás imaginé una historia así. Hacia Huachumay, Chinchil y SanBuenaventura, hay que atravesar aquella puna fría y desolada llena de neblina
hacia donde insistió en acompañarme. Será tal vez porque allí, los depredadores
están al acecho. No te traslades sólo, y si lo haces, ve con cuidado, me incitan cuando les comento
que tomaré dichas rutas. Razón deben tener. Hasta ahora yo no lo entiendo. Y
cuando lo hice, seguramente la compañía de Dios hizo que ningún peligro me
aguardara.
Más avispados, moscas y atentos son los que
viven en esos lugares, comenta el ingeniero. ¿Será que tuvieron que exigirse al
máximo por despertar ese lado acelerado del ser, para atender cualquier
situación de peligro? Se está dejando plenamente operativo la carretera ‘inter
oceánica’. Frutas, verduras y ‘merca’ empezó a ingresar con mucha fuerza por
las zonas de Sihuas hacia el puerto de Chimbote. ¿Puestos de control? Nuestro
Poder Judicial, Ministerio Píublico y PNP son los entes más corruptos del
sistema nacional. ¿Es posible así dicha tarea? Cayeron los grandes, dice. ¿En
realidad han caído? ¿Cuánto falta para soltar a Álvarez y Cía.? ¿Jueces y
fiscales corruptos, cuándo al sillón de los acusados? Mientras, continúa
nuestro recorrido por dichas zonas. Sin excusas. No ha pasado nada. ¿Pasará? Tal
vez, o tal vez no. Pero, con mucho cuidado, con muchísimo cuidado, que esto es
cosa seria.
Se viene la segunda vuelta electoral en
Áncash. Waldo y Narváez. El primero, acusado del ablandamiento de sus manos
ante la imponente figura de Vladimiro Montesinos, en aquellos tiempos. El
segundo, ¿explota la minería ilegal? Fue presidente regional hace algunos años
y dicen, los que supuestamente saben, que nada bueno hizo. ¿Por quién definir
nuestro voto? ¿Quién es el mal menor? ¿Cómo decidir ante tanto flagelo, olvido
y maltrato? Hay descontento, desconfianza y mucho temor. Y, lo que es peor, hay
una gran mayoría a quienes ya ni les importa. Soy uno de ellos. Vamos a salir
al sol, verle la cara al mundo y a la vida que nos toca y dejar a nuestros ojos
a ver qué pasa…!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario