Reza un viejo párrafo que traspasa los espacios que separan los continentes virtuales que a diario se lee en la ventana más utilizada de las redes sociales:
"Aprendí que quien no te busca, no te echa de menos... y quien no te echa de menos, no te quiere...!!! Que el destino determina quién entra en tu vida pero tú decides quién se queda...!!! Que la verdad duele solo una vez... y la mentira cada vez que nos acordamos...!!!
Hay 3 cosas en la vida que se van y no regresan jamás: las palabras, el tiempo y las oportunidades... Por eso, valora a quien te valora y no trates como prioridad a quien te tiene sólo como una opción...!!! Ama a quien te ama, protégela, cuidala, búscala y permanece a su lado siempre...!!!
Pero, cuando te pide que te alejes, no lo dudes. Son dos cosas: O, ya se enamoró de otro o, simplemente ya dejó de amarte por otro que la está conquistando, que al final viene a ser lo mismo...!!!
Llegará también tu turno...
ESO ESPERO...!!!
Hace unos días, cometí una de las locuras más locas que 'por amor' he realizado. Decidí realizar un largo viaje, sucumbido entre la incertidumbre y el presagio por lo que sucedería cuando llegue a destino. Sin imaginar lo que allá me esperaba. Un tormento disfrazado de bondad, lástima y pena. 'Pobeshito, qué lejos has venido', atinó a decir. Escondido entre las lágrimas que se negaban a brotar en ese momento, porque algo tan fuerte los detenía, decidí mantenerme en silencio, sin responder, sin pensar, sin imaginar lo que sucedería después.
¿Orgulloso? Como siempre lo he sido. Acomodé las pocas cosas que llevé. Cargué la mochila. 'Vamos'. Pero, no te pongas así. Lo que deseé con toda el alma era verte. Ya me viste. Por eso mismo, ya te vi. Ahora debo irme. Alejarme. No puedo llorar. Me fui.
Tras despedirme. No pude resistir la ira entremezclada con la tristeza y la desesperación por no dejarla ir. Ya estaba con ella, a su lado, a punto de encaminar y recuperar lo que pudo ser muchísimo mejor de lo que alguna vez fue. Intenté correr por detrás. Ella caminó sin voltear, sin mirar atrás, sin titubear. Sólo caminó y caminó y su imagen se fue alejando de mí poco a poco mientras más pequeña se convertía. Y se fue. Y, sólo me quedé. La perdí. Perdí su ¿amor? que muchas veces prometió sentirlo. Eché a perder un futuro sólo deseado en mi vago sentimiento que 'positivamente' soñaba siempre. Perdí al ¿amor? que un día soñé convertir en eterno. Perdí la intuición de lo que estaba viviendo. Perdí la forma de la vida. Perdí los sueños, las esperanzas, la razón de mi vida. La perdí a ella y ahora lloro por ella.
Lo que pasó después fue excesivamente fuerte y doloroso. ¿Para qué describir aquí aquellos momentos tan ingratos que sólo el Provinciano Insoportable y yo conocemos.? Basta con resumir que fue tremendamente infeliz y terrible, tormentoso y agobiante, fue realmente insoportable. ¿Que pasa? Dicen que el tiempo es capaz de curar todas las heridas. Imagino que sí. Hoy, un poquito más recuperado empiezo a creer en el tiempo. Aunque, debo confesar, que sin dejar de pensar en ella.
¿Saben lo que pasa? Lo más triste es que uno empieza a desconfiar de todo. Del amor. De la mujer. De todo lo que tenga que ver con los sentimientos del corazón. Por cómo me habló luego, incluso empecé a odiar todo aquello que un día vivimos. Sin embargo, lo triste, como reitero, es que no puedo sacarla de mi mente ni un segundo. En todos los actos realizados, todas las rutas recorridas, todos los momentos de mis actividades. En todo, absolutamente todo, ella está presente. Y, lo peor, es que cuando intento ver a alguien de manera distinta. Como muchos llaman. Para darme una nueva oportunidad. No encuentro a nadie que sea mejor que ella. Así de linda y hermosa. Así de inteligente. Así de buena y amable. Así, de la sonrisa tan encantadora, la mirada angelical y el trato admirable. Así de emprendedora y luchadora, llena de amor por la gente que lo quiere (excepto yo, claro está). Y, de pronto, renace la esperanza de una nueva lucha, un nuevo comienzo, una nueva etapa inicial, un nuevo sueño para buscarla y retomar todo lo vivido o, simplemente, volver a empezar.
Lo que sucederá de hoy en adelante. No lo sé. Lo único que sé. Es que espero el momento. Lleno de intrigas y decepciones. Espero lo que pueda suceder. Muchas veces, nuevamente me invaden los sentimientos de locura y me dan tantas ganas de realizar una nueva y otra, y otra, y otra. No lo estoy haciendo. Aunque muero de ganas.
Escribo este post para contar a los pocos que leen lo que en estos momentos siento. Que si es bueno o malo. No lo sé. Sólo lo siento. ¿Qué espero ahora? Sólo una llamada de ella. Una única llamada para decirle muchas cosas. ¿Que si están bien o mal? No lo sé. Sólo espero eso. Y, cuando suceda y me permita hablarle, le diré todo lo que siento. Y si no me lo permite. Otra vez sumergido en el dolor intenso de un amor no correspondido.
¿Que si me moriré? Tal vez. ¿Que de amor nadie se muere? Tal vez sea yo el primero. Mientras tanto, espero que la susodicha (como decía mi gran amigo Roger) escuche esta colección de las canciones que tanto le gustan (y cuyas letras le caen 'a pelo').
Hasta la próxima...
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